GALATEA, COBRA VIDA
Bajo el nombre de Galatea encontramos en la mitología griega a dos heroínas.
En primer lugar, sabemos, gracias a dos poemas del poeta Teócrito, la leyenda de la nereida Galatea, hija de Nereo y Doris, que fue cortejada por el cíclope Polifemo.
El poeta nos narra que Galatea transformó su sangre en el río Acis al descubrir que su amado Acis, un pastor siciliano, fue asesinado por el cíclope tras haber rechazado sus favores. En otras versiones, la nereida acabó casada con Polifemo, con el que tuvo a Gálata, Celto e Ilirio.
En segundo lugar, con el nombre de Galatea se conoce a una estatua esculpida por Pigmalión, rey de Chipre. La imagen tallada presentaba unos rasgos tan perfectos que lograron conquistar al rey. Pigmalión pidió a la diosa Venus que proporcionara vida a la estatua. Al regresar a su hogar, descubrió, al besar a la efigie, que los labios de marfil abandonaban la gélida textura y su rigidez para tornarse en cálidos y suaves. Asombrado por el milagro, volvió a besar sus labios y la estatua cobró vida. De este hermoso amor nació Pafo.
N.B: ¡Gracias, Sandra!
Plurimam salutem!
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